Bueno: Como ya escribí, volví derrotado del viaje a Tandil con La chanca llena de barro.
de la calentura por no haber llegado me puse a quitarle el barro sin que aún termine de llover y para cuando terminé de lustrarla, salía un sol hermoso que me hacía replantearme el salir a la ruta nuevamente.
Pero como los tiempos ya no me daban para hacer 400 Kmts., cambiamos de destino y rumbeamos Nora, La Chancha y yo hacia Capitán Sarmiento donde nomás tomar la 7 se veía unos negros nubarrones al NO.
En Giles doblamos por la 41 (hecha bosta) y al llegar a la 8 otra vez enfrentamos la lluvia, pero esta vez impermeabilizados. Lástima tantas horas sacándole lustre a La Chancha...
Lo bueno fué que al llegar nos esperaban dos amigos con el fuego y la carne lista.
A pesar de la intermitente lluvia pudimos disfrutar de un pequeño encuentro de corazón grande organizado por la muchachada de Escapes Calientes. Muy ameno y con desayuno incluido. Nunca me pasó que un organizador de un encuentro vaya carpa por carpa llamando a la gente para ofrecerle el desayuno. Muy Bueno!!!!
También nos deleitamos con algunos juegos motociclistas. Uno muy curioso que nunca había visto era el siguiente:
En el medio del predio una piletita infantil inflable, con agua y jabones dentro.
Seis o siete motos girando alrededor con los acompañantes prestos a la señal para desmontar y lanzarse de panza al agua a atrapar un jabón. Nos meamos de la risa.