Para afrontar con éxito y sobre todo con
seguridad la conducción de nuestras motocicletas
en el siempre caótico y cambiante tráfico de
nuestras ciudades, tenemos que empezar aceptando
una gran verdad: Somos frágiles.
Para afrontar con éxito y sobre todo con seguridad la conducción de nuestras motocicletas en el siempre caótico y cambiante tráfico de nuestras ciudades, tenemos que empezar aceptando una gran verdad: Somos frágiles.
Personalmente no soporto cuando alguien que sabe que me gustan las motos se queda media hora hablándome como un disco rayado diciendo que cuando andas en moto el cuerpo es el chasis y que en cambio en carro las latas te protegen, pero aceptémoslo, es verdad. Somos frágiles y en caso de accidente o choque las consecuencias son mucho peores para nosotros que para un conductor de automóvil. Si nos fijamos en las estadísticas de siniestralidad en accidentes de transito nos daremos cuenta que nosotros aportamos la segunda mayor cantidad de víctimas fatales (el primer puesto se lo llevan los peatones), esto quiere decir que cuando conducimos en la ciudad debemos ser conscientes que tener un accidente es una posibilidad real por lo cual tenemos que estar siempre en función de evitarlos usando como principal estrategia manejar a la defensiva, esperando siempre lo peor y alejándonos todo lo que podamos del peligro. En términos prácticos esto se traduce en respetar al máximo las señales de transito, que están diseñadas precisamente para evitar peligros potenciales, y segundo anticiparse a los movimientos de los vehículos y peatones que tengamos a nuestro alrededor para reaccionar antes de que las cosas sucedan, o sea manejar intuitivamente. Para lograr esto debemos ir monitoreando constantemente el tráfico a nuestro alrededor para detectar esas pequeñas señales que nos permitan anticipar situaciones potencialmente peligrosas; un peatón al borde de la cera que se ve indeciso – puede cruzar la calle en cualquier momento -, un conductor que maneja de forma un tanto errática – puede invadir tu trayectoria sin previo aviso -, ir detrás de un taxi vacío - puede parar de improviso a mitad de la calle para recoger un pasajero- y muchas otras situaciones normales en el ámbito de la ciudad.
También se debe tener presente que ante los automóviles estamos en desventaja por nuestra fragilidad y por lo tanto si se presenta el caso de que no respetan nuestro espacio es mejor dejar la agresividad a un lado, cederles el paso y no librar una batalla porque siempre tendremos mucho más que perder. A veces es difícil de aceptar esto pero como atenuante podemos decir que la gran mayoría de los automovilistas no son motociclistas y por lo tanto no comprenden bien las reacciones de una moto y esto los lleva a hacer movimientos que nos perjudican y además por nuestra poca superficie física muchas veces no nos ven sino hasta último momento, siendo esta una de las principales causas de accidentes entre automóviles y motocicletas, por esto es muy importante llevar las luces encendidas durante el día, usar adecuadamente las direccionales para avisar de nuestras maniobras a los otros vehículos y mantener en perfecto estado nuestra luz de freno.
En la ciudad también hay otros aspectos críticos que debemos tomar en cuenta:Espejos retrovisores: hay cosas que son para mí muy difíciles de comprender y una de ellas es porque algunos motociclistas de nuestro medio lo primero que hacen es quitar los espejos sabiendo que es un elemento fundamental para aplicar lo que dijimos anteriormente, saber lo que pasa a nuestro alrededor y prevenir potenciales peligros. Si no los tenemos estamos parcialmente ciegos y las sorpresas pueden venir sin que nos demos cuenta.
Intersecciones: Gran parte de los accidentes ocurren en las intersecciones por lo cual debemos tener presente siempre respetar los pares y aunque llevemos la vía no hacer el cruce hasta no estar seguros de que otros vehículos no van a cruzar en nuestra trayectoria, aunque esto implique parar por completo.
Transitar entre los vehículos: Siendo ortodoxos esto no se debería hacer pero es una situación tolerada y practicada ampliamente y constituye una de las principales ventajas de andar en moto para sortear el tráfico de la ciudad. Debemos tener presente no hacerlo cuando transitamos a una velocidad alta sino únicamente cuando nos enfrentamos a un embotellamiento, donde los carros circulan muy despacio, o para alcanzar la primera fila de un semáforo, pero esto debe hacerse a muy baja velocidad y con absoluto cuidado, por que al dejar nuestro carril siempre tendremos todas las de perder en caso de que algo suceda.
La Velocidad: En avenidas o vías rápidas, a nadie le gusta encontrar un vehículo transitando a paso de tortuga por el carril izquierdo y si este vehículo es una moto, seguramente no faltara quien decida correrlo a la fuerza, por eso es importante tener presente que tan rápido nos permite rodar nuestra moto, para no entorpecer el tráfico y exponernos a potenciales peligros.
Los peatones: Son un peligro potencial cuando cruzan las calles de manera irresponsable o circulan por ellas en vez de hacerlo por las aceras, muchos de ellos mueren atropellados en estas circunstancias cada año, con el agravante de que si nos viéramos enfrentados a esta situación con nuestra motocicleta es casi seguro que nos caeríamos haciéndonos daño nosotros también, por esto todas las precauciones que se tomen con ellos son pocas.
Conducir estresados: Conducir en algún estado de estrés como por ejemplo estar apurados porque nos cogió la tarde, disgustados por algún problema que se tuvo o con agresividad por un problema con otro conductor hace que pensemos menos nuestras acciones y por lo tanto estaremos propensos a cometer un error más fácilmente. Si logramos manejar tranquilos y con el cuerpo y la mente relajados nuestras reacciones serán más efectivas y adecuadas y podemos circular con más seguridad entre el tráfico de la ciudad.
Por último se deben tener en cuenta que la ciudad es un entorno cambiante y aunque hayas transitado mil veces por las mismas rutas no puedes dar nada por sentado porque de un momento a otro te puedes encontrar con un hueco nuevo, un arreglo mal señalizado o cualquier otra sorpresa desagradable, por eso de debe estar siempre alerta y no bajar nunca la guardia.
Texto: Mauricio Gallego A.